En este tiempo de pandemia ¿has notado que puedes trabajar, encargarte de las labores del hogar y estudiar al mismo tiempo?
Si tu respuesta es positiva, te damos la bienvenida al mundo de millones de personas que, antes del COVID-19, accedían a programas de formación continua virtual o aprobaban carreras completas bajo esta modalidad.
A pesar de que parezca un tema actual, la educación on line inició en la década de los 70, con el nacimiento de Internet, específicamente con el desarrollo del correo electrónico, boletines y grupos de noticias.
Aunque no como las conocemos ahora, las aulas virtuales han estado en nuestras vidas casi siempre, lo que ha permitido a instructores y estudiantes adquirir nuevos aprendizajes y habilidades, en otro innovador.
Es así como, por más de 40 años, la educación on line se ha desarrollado a la par de la educación tradicional.
Pero ahora mismo, todo apunta hacia la transformación de los servicios educativos y, parte de esa actualización, requiere de la eliminación de barreras geográficas, temporales, entre otras limitaciones.
De acuerdo al Observatorio de la Educación Virtual en América Latina y el Caribe, “la educación moderna no se puede concebir sin la mediación de las tecnologías de la información y la comunicación”.
Las aulas virtuales están aquí para quedarse. En algunos casos, son un complemento de la formación presencial o semipresencial, pues algunas actividades se realizan, de forma más ágil, con la ayuda de Internet.